Cuervos en tu boca
Tus palabras son cuervos
de ácido mal agüero,
ponzoña que envenena
mis huellas en tus senderos.
¿Por qué tu sombra se empeña
Trazas grises en mis latidos
y vistes, despacio,
a mi iluso corazón,
de fúnebre mortaja.
Antes que cierres mi lápida,
que me condenes al olvido
y eches sobre mi la tierra
de todos tus rencores,
yo levanto muros,
un panteón sin puerta,
entra, entra, amor mío,
no temas,
¿acaso desconfías?
Antes que cierres mi lápida y
eches sobre mi la tierra,
yo te enclaustro,
te emparedo
en la cripta del silencio,
allá,
donde mueren los recuerdos.
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