Siempre y nunca

Te amé en el "siempre"
y el "para siempre"
y tú, mientras, buscando excusas
entre tus "nuncas"
y tus "jamases".

Para mi había un "todavía",
para ti, "tampoco" se convirtió
en tu palabra preferida.

Y en el "aún" tatuaste un "no",
susurré: "a perpetuidad",
y tú sellaste mis labios
con un sempiterno adiós.

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