Vístete de escarlata

Mi pálido amor de tinieblas,
vístete de escarlata,
luto en tus alas abiertas,
que la noche nos devore
y mientras...
elévate, más allá de
ese cielo brumoso,
que yo te estaré esperando,
allá donde la inmortalidad
es, si cabe, aún más eterna,
allá donde lo prohibido...
se quiebra.

Vístete de escarlata, mi amor,
seamos la misma sangre,
la misma niebla,
allá, en los confines
que aún no están escritos,
allá donde nadie jamás, 
nunca, llega.

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