Esperando a la noche
Exhausta de amaneceres,
de besar soledades
en mi tálamo negro,
del murmullo perpetuo
de mi boca sedienta
a quien siempre, el silencio,
Hastío...
de bostezos al alba,
de prisión en la luz,
en mi viejo ataúd,
de esperar
y aguantar
el galope del tiempo.
La ira me devora
y me pregunto:
¿Cuándo llegará
el abrazo de la noche?
Comentarios