Así te duelo

A la diestra tuya,
en tenue luminaria,
se postra sigilosa
mi memoria.

A tu siniestra...
en el filo de tu sombra,
columpiándose, mi sombra.

Soy el lastre en tus latidos,
el nudo que oprime tu garganta,
la daga asesina en tu alma,
tu fiebre, tu dolor 
y cada una de tus lágrimas.

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