Seductora sombra

La sombra es súcubo,
leviatán que viste sus tules opacos 
en danza seductora para conquistar 
desde su umbría la sombra de tu soledad, 
así se desnuda de tinieblas 
y acaricia con su lóbrego tacto 
gime púrpuras ecos 
y susurra algo sobre la inmortalidad. 

Ella despojada de penumbras 
sobre sábanas infernales te llama, 
ensimismada con tu silueta muda
que reposa silente en la tumba, 
obsesionada agarra la gélida garra 
de tu solitud, que fascinada 
por los negros palpitares, 
pulsantes latidos ténebres 
que maledicientes convulsionan 
sobre el raso avernal, 
acude y se entrega 
sin que puedas impedirlo... 
sombra sobre tu sombra 
y tu cadáver rezumando, aún renegado, 
deseo, sangre y agua 
que desde el lánguido tálamo de los muertos 
eclosiona para dejarse cabalgar. 

Los instintos exigen su espacio 
hambrientos de lascivia y oscuros sueños 
ofrendan su carne... 

sombra en sombra, 
negro en negro.